Que esta tarta es de Angry Bird salta a la vista, que es especial no tanto, tarta rústica la llamé en facebook en su día.
Si os fijáis en las galletas, el tirachinas, los círculos en los que va el nombre y la que corona quizá la veáis más especial. No es que estén mal hechas (me permito el lujo de decir que no lo están), es que no era tarea fácil.
Había hecho un trabajo de papelería para María del Mar, para la comunión y bautizo de sus hijas y me llamó para pedirme si podía echar una mano a su hermana. Su sobrino hacía la comunión en unos días y la madre ya no sabía a quién acudir. Necesitaba una tarta porque no podía comer cualquiera y yo decidí ayudarlas a pesar de que el día anterior tenía también encargos para una boda. La BODA DE ELOY que ya os enseñé...después me arrepentí porque me sentí realmente agobiada en tiempo y forma de lo que iba a presentar pero, como no me gusta decir que no, pues eso, me embarqué.
Cuando la mamá me llamó para explicarme todo lo que no podía llevar la tarta, casi le digo que de ninguna manera pero tenía que echarle una mano, José necesitaba tener su tarta de comunión como todos los niños y no sólo para mirarla, sino que tenía que poder comerla. Encima una tarta temática!!!.
Pues bien, al final todo sale, sea como sea. No me comprometí a nada precioso pero sí comestible y eso lo conseguí. No podía usar leche, ni huevo, ni harina de trigo, ni frutos secos, ni soja... (ni sus derivados claro ni nada que lo pudiese contener...ya ni recuerdo si era algo más pero ya me diréis cómo hago un bizcocho y galletas sin harina, leche ni huevos.
Me volví loca mirando ingredientes y composiciones de las cosas. Harina de trigo no, pues uso otra, claro que luego no funciona igual de ninguna manera en respostería. Leche...pues un bizcocho sin leche podré hacer, no?. Y sin huevos también, pero sin leche ni huevos ni harina de trigo?.
Mantequilla tampoco porque había una vegetal sí, pero luego resulta que llevaba soja y tampoco podía...un caos. Una masa que se encogía cuando la cortaba, un bizcocho seco, muy seco que conseguí hacer usando zumo de naranja como líquido y bañando muy bien con almíbar para que quedase jugoso. La cobertura....pues también el chocolate lleva trazas de frutos secos así que con un cacao en polvo que me costó conseguir y agua y no sé qué más salió algo decente.
En algún lugar tengo los apuntes de todo esto, a ver si los encuentro.
La madre, muy agradecida, no sabía cómo pagarme lo que había hecho. Me dijo que comió un trozo, que le encantó y que le había congelado el resto de la tarta para poder llevar trocitos cuando fuese de cumpleaños.
Quería que le hiciese magdalenas de vez en cuando para que su hijo las pudiese disfrutar y le dije que le daría la receta para que las hiciese. No quiero ni imaginar el dilema que tiene a diario para que su hijo coma y para darle algo tan apetitoso para cualquier niño como una tarta o cualquier cosa de repostería.
Y suerte que es intolerante, no alérgico...no lo habría hecho en ese caso, demasiada responsabilidad.
Si José tuvo su tarta de comunión, yo ya me sentía suficientemente recompensada.
